Señor, el honor y la gloria sean para ti porque todas las cosas que están en el cielo y en la tierra son tuyas, las riquezas de ti proceden y en tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande y dar poder a todos.
En este día decretamos con nuestros labios que el departamento de El Progreso—con sus municipios, ríos, sierras y cerros—es lo que su nombre proclama: una tierra de progreso, una tierra de abundancia, una tierra de bendición y de prosperidad.
Padre bueno, te pedimos que tu amorosa mano y tu misericordia se extiendan sobre los habitantes de esta tierra, particularmente sobre las mujeres, la niñez y la juventud que se ha quedado sola a causa de que los varones han emigrado a la capital o a otros países buscando mejorar los ingresos familiares y/o personales. Bendecimos el fruto del trabajo de los habitantes de El Progreso (artesanías, talabartería, pirotecnia, agricultura, ganadería). Te pedimos, Señor, que levantes varones que tengan un corazón conforme al tuyo para que siempre busquen hacer tu voluntad. Levanta a esta generación para que, con ideas creativas, visionarias y llenas de tu gracia y favor, hagan prosperar a El Progreso. Sopla aliento de vida sobre sus vidas, Espíritu Santo e inspírales con tu presencia para que sean sabios y entendidos.
Aunque no estamos físicamente ahí para imponer nuestras manos sobre cada persona en El Progreso, sabemos que el Espíritu Santo puede tocar sus vidas; por ello, profetizamos hoy al espíritu de su población, diciendo: ¡Aviva el fuego del don de Dios que está en ti! Dios no te ha dado espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. Tu identidad está en Cristo y Él desea darle sentido, valor y propósito a tu vida. ¡Levántate y ocupa el lugar como coheredero con Cristo en Dios! Acércate al Señor, comprueba que justo es Jehová en todos Sus caminos, y misericordioso en todas Sus obras. Cercano está Jehová a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de veras. Él cumplirá el deseo de los que le temen; oirá asimismo su clamor y los salvará.
Oramos que habite Cristo por la fe en los corazones de los habitantes de El Progreso, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, sean plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál es la anchura, la longitud, la profundidad y la altura y que sean capaces también de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que sean llenos de toda la plenitud de Dios. Aunque el enemigo –aquel que sólo se hace presente cuando viene a matar, robar y destruir— maquinó planes de mal para los habitantes de El Progreso y los llevó a cabo al exterminar a la población náhuatl, pipil y poqomam y ahora lo hace al desintegrar las familias, sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
Así que profetizamos hoy sobre El Progreso que tu postrer estado será muy grande. Jehová llevará a cabo Su obra en toda Guatemala y El Progreso no se quedará afuera, sino que se deleitará en su Hacedor. Confía, pues en Jehová, y haz el bien; así habitarás en tu tierra y te apacentarás de la Verdad. Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón.
Encomienda a Jehová tu camino, y confía en Él y Él hará. Él exhibirá tu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodía. No se dormirá el Guardador de El Progreso, Él es tu escondedero y tu Torre Fuerte, tu tierra dará su fruto, estarán saciados y habitarán en ella con seguridad. El Señor derramará sobre El Progreso al Espíritu de lo alto y el desierto se convertirá en campo fértil y el campo fértil sea estimado por bosque. Habitará el juicio en el desierto y en el campo fértil morará la justicia. El efecto de la justicia en este departamento será paz y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre. El Progreso habitará en morada de paz, en habitaciones seguras y en recreos de reposo.En el nombre de Jesús, Amén.
Además: Oremos por sus autoridades, por el Cuerpo de Cristo.