Espíritu Santo, te alabamos y te bendecimos. Reconocemos que tu presencia está en el departamento de Chimaltenango, ¿quién sino Tú es la fuente de inspiración para dar la capacidad de crear? Has ungido a este departamento con una unción especial para las artes y te alabamos por ello.
Te exaltamos, Jehová dios de los ejércitos; tuyos son los escudos de la tierra. Grande es Jehová, y digno de ser en gran manera alabado en todo el territorio chimalteco, con sus municipios, montañas, ríos y volcanes. Bendecimos a su población ladina y kaqchikel y te agradecemos por la obra de redención que llevas a cabo en sus vidas.Incrustados en las verdes montañas de la Sierra Madre, con frondosos barrancos y hermosas y fértiles llanuras, los habitantes de Chimaltenango se deleitan en la obra de tus manos, precioso Creador. Bendecimos el trabajo de la población de este departamento, las artesanías, los productos agrícolas como cultivo de granos, verduras, frutas, flores y plantas; la crianza de ganado (vacuno, caballar, lanar y porcino); productos metálicos y de teja, los tejidos y la talabartería.
Atamos y echamos fuera de Chimaltenango y de Guatemala al espíritu inmundo de religiosidad, que fomenta el sincretismo a modo de diluir la verdad y el culto a dioses que no son el Dios verdadero; este espíritu pierde su autoridad sobre Chimaltenango por que Jesucristo establece su señorío en todo el territorio. Confesamos que ninguna ofrenda presentada a dioses paganos (San Simón, Santiago, la naturaleza) prevalece ante la alabanza y adoración del pueblo chimalteco que con manos limpias y corazón agradecido alaba a Jehová.
En Chimaltenango los cielos están abiertos y es por eso que el enemigo ha querido establecerse y sojuzgar a la población, desde el tiempo del señorío kaqchikel, a la conquista española con la fundación de la ciudad de Santiago en Iximché y hasta ahora con la proliferación de sitios en donde se adoran a dioses que no son el Verdadero Dios. En Chimaltenango han hecho secreta y públicamente también, cosas no rectas contra Jehová, edificándose lugares altos en todo collado alto y debajo de árboles, quemando incienso, sirviendo a ídolos de piedra, de madera y a la naturaleza. Dios ha hecho claramente visible desde la creación del mundo Su naturaleza, Su eterno poder y deidad, de modo que no tienen excusa los que habiendo conocido al Dios verdadero, no le glorificaron como tal, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido.
Hoy te pedimos, Dios Celoso, que ejecutes tu juicio sobre los dioses falsos en Chimaltenango y rescates las vidas de las personas que han caído presas de sus engaños. ¡Véngate de los enemigos espirituales de los chimaltecos y atráelos a ti, sálvalos, bendito Señor! Jesús, te pedimos que te manifiestes con poder a los cholonel, los cofrades, las capitanas, los ancianos rezadores, los sacerdotes mayas, los médicos brujos y los adivinadores. Señor, intervén sobrenaturalmente en la vida de estas personas y líbrales del lazo del enemigo de su alma, por amor a ellos y a la población que les sigue. Son como ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo, ayúdales, Señor. Es tu voluntad que todos los hombres y mujeres vengan al conocimiento de Dios y que ninguno se pierda, ¡ten misericordia!
Bendecimos al Cuerpo de Cristo en Chimaltenango. Espíritu Santo, bautiza a todos con poder y revelación, de forma que siempre que prediquen la Palabra, ésta vaya seguida de señales, milagros y prodigios que le den la gloria al Padre. Equipa y llena de visión al Cuerpo de Cristo para que estén listos para recibir la cosecha de almas que Tú traerás a su territorio. Gracias porque la Palabra de Dios produce en ellos el fruto de arrepentimiento y son trasladados de las tinieblas a la luz admirable del Señor Jesucristo. Jesús es Señor de Chimaltenango, Amén.