Gracias por haber puesto tus ojos sobre Guatemala, bendito Señor. Te agradecemos por inclinar tus oídos a nuestro clamor por esta tierra que Tú amas y que has escogido para hacer manifiesta tu buena voluntad. Hoy presentamos delante de ti al departamento de Santa Rosa, bendecimos sus municipios, el río Los Esclavos, volcanes Tecuamburro, Jumaytepeque, Cerro Redondo, Cruz Quemada, lagunas Ayarza, El Pino, Ixpaco y la laguneta La Palmilla; la Sierra Madre, el canal de Chiquimulilla, su costa al Pacífico y a sus habitantes (descendientes de los xincas, pipiles y nahuas).
Oramos por Cuilapa “el ombligo de América” por encontrarse en el centro del continente americano. Bendecimos su tierra (la agricultura, ganadería, agroindustria, minerales) y declaramos que todo el territorio es regado por el Agua de la Palabra, trayendo purificación, justificación y salvación a sus habitantes. Haz germinar las semillas de la Palabra que han sido pronunciadas sobre este territorio por hombres y mujeres que Tú, Señor, has levantado para interceder. Trae la cosecha abundante de almas que has prometido a toda Guatemala y que Santa Rosa sea totalmente transformada para la gloria y honra de Tu nombre.
Oramos por Casas Viejas, Los Cerritos, el Ujuxte y Santa Clara en Chiquimulilla; Ixpacó en Pueblo Nuevo Viñas; Arada Nueva en Oratorio; el Jobo y Tacuilula en Taxisco, todos ellos sitios arqueológicos de importancia histórica, pero lugares en donde no se exaltaba el nombre de Dios como el Creador de todo lo que existe. Sana la tierra y redímelos de la maldición de la idolatría.
Clamamos que sean libres de los lazos que el enemigo ha tendido sobre su tierra, que la Palabra que ha sido predicada en este departamento, produce fruto de salvación en ellos, de manera que al conocer la Verdad, ellos sean verdaderamente libres. Bendice a la Iglesia en Santa Rosa, hazla crecer fuerte y poderosa, bien concertada y unida, con una misma visión de victoria para el nombre de Jesucristo. Que la Palabra que prediquen sea seguida por las señales, milagros y prodigios que confirman rotundamente que sólo Jesús es Señor y que no hay Dios como el Dios nuestro.
Señor, los ancianos de Santa Rosa afirman que los xincas tienen la potestad de hablar con la naturaleza, pero hoy declaramos que en lugar de hablar con la creación, ellos tienen un encuentro con el Creador mismo, quien les abre los ojos y les atrae hacia Sí haciéndolos Suyos por el gran amor con el que les ama.
Bendita tierra de Santa Rosa, Jehová acampa alrededor de ustedes y les defiende. Haga descender sobre ustedes el Señor espíritu de gracia y de oración para clamar al Dios vivo y ser luz a donde quiera que vayan. Que su influencia y autoridad en la Palabra sea tan grande que se extienda hasta la frontera con El Salvador y sus alrededores proclamando que Jesús es Señor de Santa Rosa.
Amén.
(He. 2:4; Jn. 8:32; Zac. 12:10; Sal. 34:7)
Además: Oremos por sus autoridades, por el Cuerpo de Cristo.