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Suchitepéquez

Amado Señor Jesús, Tú le has hablado a Suchitepéquez diciéndole, ‘Levántate, Suchitepéquez y ven. Porque he aquí ha pasado el invierno, se ha mudado, la lluvia se fue; se han mostrado las flores en la tierra; el tiempo de la canción ha venido’; en tu tierra, Suchitepéquez, se ha oído la voz del Amado.

Oramos bendiciendo sus municipios con sus montañas, valles, ríos y la costa con el Pacífico. Oramos por la población k’iche’, kaqchikel y ladina clamando que la presencia de Dios sobre ellos se manifieste en la forma de protección divina y paz.

Bendecimos el fruto del trabajo de los habitantes de Suchitepéquez. Señor, haz de sus habitantes personas muy diligentes en su trabajo, que sean creativos e inventivos y tengan sabiduría para administrar el dinero que obtienen como resultado de su trabajo en la agricultura, la ganadería y las artesanías (tejidos de algodón, jarcia, jícara, talabartería, orfebrería, muebles, fabricación de máscaras, tallado en madera, etc.).

En Suchitepéquez, como en casi todo el territorio nacional, vemos que no hemos buscado Tu rostro para seguirte y poner en práctica la Palabra de Verdad. En la Palabra leemos que fiel es Dios y Él no dejará ser tentados más de lo que podamos resistir y que debemos huir de la idolatría. No es posible seguir ni servir a dos amos, Suchitepéquez. Hoy oramos que sea manifiesto en tu territorio que Jehová es Dios de manera que elijas con todo tu corazón servirle a Él todos los días de tu vida.

Perdona, Señor, el pecado de la idolatría, brujería, magia, hechicería, shamanismo en Suchitepéquez, especialmente en Samayac y en San Bernardino. Perdona también, Dios nuestro, los ritos y tradiciones como las cofradías, el carnaval y las celebraciones en las que no te dan la gloria ni la honra a Ti. Además de la idolatría, muchas vidas son destruidas a causa del alcoholismo, la drogadicción, el adulterio, la fornicación en este tipo de actividades, perdona, Señor. Nos arrepentimos hoy por corromper nuestra tierra con prácticas carnales y naturales que no nos bendicen. Te pedimos perdón por dedicar la tierra al espíritu llamado “señor de los cerros”. Hoy le quitamos todo dominio en los cielos y declaramos que sólo Jesús es señor de todo el territorio de Suchitepéquez. Perdónanos por acudir a curanderos, médicos ancestrales, componehuesos para ser curados en lugar de ir a Jehová-rafa nuestro Sanador.

No hay Dios como el Señor, quien por amor envió a Jesucristo a morir por la vida de todos los habitantes de Suchitepéquez, por todos. Oramos que sea roto el velo de ceguera que impide que absolutamente todos vean la luz admirable de Jesucristo en Suchitepéquez. Clamamos que la Palabra que ha sido predicada en este territorio, produce una cosecha abundante de almas para el Reino de Dios. Bendice la vida de los que conforman el Cuerpo de Cristo, guárdalos y protégelos, llénalos de unción, de denuedo y que las señales, milagros y prodigios sigan la predicación de Tu Palabra. Hazlos diestros en la batalla espiritual en la que se encuentran, dales estrategias, claridad de pensamiento, discernimiento de forma que puedan pelear la batalla junto con Jehová de los ejércitos por la vida de los/las brujos/as, hechiceros/as, magos, ¡véngate de sus enemigos espirituales!

Cnt. 2:9; 1 Co. 10:13-14; 2 Cr. 7:14

Además: Oremos por sus autoridades, por el Cuerpo de Cristo.

Santa Rosa

Gracias por haber puesto tus ojos sobre Guatemala, bendito Señor. Te agradecemos por inclinar tus oídos a nuestro clamor por esta tierra que Tú amas y que has escogido para hacer manifiesta tu buena voluntad. Hoy presentamos delante de ti al departamento de Santa Rosa, bendecimos sus municipios, el río Los Esclavos, volcanes Tecuamburro, Jumaytepeque, Cerro Redondo, Cruz Quemada, lagunas Ayarza, El Pino, Ixpaco y la laguneta La Palmilla; la Sierra Madre, el canal de Chiquimulilla, su costa al Pacífico y a sus habitantes (descendientes de los xincas, pipiles y nahuas).

Oramos por Cuilapa “el ombligo de América” por encontrarse en el centro del continente americano. Bendecimos su tierra (la agricultura, ganadería, agroindustria, minerales) y declaramos que todo el territorio es regado por el Agua de la Palabra, trayendo purificación, justificación y salvación a sus habitantes. Haz germinar las semillas de la Palabra que han sido pronunciadas sobre este territorio por hombres y mujeres que Tú, Señor, has levantado para interceder. Trae la cosecha abundante de almas que has prometido a toda Guatemala y que Santa Rosa sea totalmente transformada para la gloria y honra de Tu nombre.

Oramos por Casas Viejas, Los Cerritos, el Ujuxte y Santa Clara en Chiquimulilla; Ixpacó en Pueblo Nuevo Viñas; Arada Nueva en Oratorio; el Jobo y Tacuilula en Taxisco, todos ellos sitios arqueológicos de importancia histórica, pero lugares en donde no se exaltaba el nombre de Dios como el Creador de todo lo que existe. Sana la tierra y redímelos de la maldición de la idolatría.

Clamamos que sean libres de los lazos que el enemigo ha tendido sobre su tierra, que la Palabra que ha sido predicada en este departamento, produce fruto de salvación en ellos, de manera que al conocer la Verdad, ellos sean verdaderamente libres. Bendice a la Iglesia en Santa Rosa, hazla crecer fuerte y poderosa, bien concertada y unida, con una misma visión de victoria para el nombre de Jesucristo. Que la Palabra que prediquen sea seguida por las señales, milagros y prodigios que confirman rotundamente que sólo Jesús es Señor y que no hay Dios como el Dios nuestro.

Señor, los ancianos de Santa Rosa afirman que los xincas tienen la potestad de hablar con la naturaleza, pero hoy declaramos que en lugar de hablar con la creación, ellos tienen un encuentro con el Creador mismo, quien les abre los ojos y les atrae hacia Sí haciéndolos Suyos por el gran amor con el que les ama.

Bendita tierra de Santa Rosa, Jehová acampa alrededor de ustedes y les defiende. Haga descender sobre ustedes el Señor espíritu de gracia y de oración para clamar al Dios vivo y ser luz a donde quiera que vayan. Que su influencia y autoridad en la Palabra sea tan grande que se extienda hasta la frontera con El Salvador y sus alrededores proclamando que Jesús es Señor de Santa Rosa.

Amén.

(He. 2:4; Jn. 8:32; Zac. 12:10; Sal. 34:7)

Además: Oremos por sus autoridades, por el Cuerpo de Cristo.

Retalhuleu

Padre Santo, gracias por el Departamento de Retalhuleu, lo bendecimos en el nombre de Jesús. Bendecimos a todos sus habitantes (ladinos, k’iche’ y kaqchikel) en los municipios que lo conforman.

Señor, aunque los retaltecos no te han buscado con todo su corazón y toda su mente, la tierra ha sido fértil y fructífera, ¡cuánto más lo será cuando se vuelvan a ti! Te agradecemos por la prosperidad que has traído a Retalhuleu a través de la ganadería, el turismo, el comercio y la agricultura; oramos que esta prosperidad no sea sólo para algunos, sino que todos los retaltecos puedan disfrutar de abundancia de provisión para llevar una vida decorosa y de bendición. Señor, te pedimos que hagas prosperar el trabajo de las manos de los retaltecos en sus artesanías (cestería, trenzas, sombreros, fabricación de escobas, de ladrillos de barro, instrumentos musicales, pirotecnia y herrería), en sus cultivos (cacao, caña, algodón, frutas, hule, café, etc.) y en sus labores diarias.

Sean rotas las cadenas de opresión y las ataduras de tinieblas sobre los habitantes de Retalhuleu, en el nombre de Jesús. Especialmente oramos que el Cuerpo de Cristo en este departamento sepa que es amado por Dios, que camine en salud divina y que sea prosperado en todo como prospera su alma. Perdona a los habitantes de Retalhuleu por la idolatría, por consultar a los curanderos y a los brujos en vez de acudir al Creador. Atamos a los espíritus inmundos de hechicería, brujería, chamanismo y adivinación en todo el departamento, pero en especial en San Martín Zapotitlán. Los declaramos ilegales, los prohibimos, los echamos fuera y declaramos que no vuelven nunca más.

Solamente Jesús es Señor de los ríos, valles, costas y todo el territorio de Retalhuleu. Aunque la tierra fue corrompida a causa de los lugares altos dedicados a los dioses que no crearon los cielos ni la tierra, hoy declaramos que los espíritus inmundos a los que les rendían culto en Abaj Takalik, San Juan Noj, La Tortuga y en todos los otros sitios consagrados como altares a baal, quedan sin poder porque enviamos a los ángeles de Jehová a que acampen en esos lugares, en el nombre de Jesús. La tierra es del Señor, por lo que con autoridad atamos y echamos fuera a estos espíritus inmundos. Declaramos que sus planes no prosperan, que son expuestos e invalidados, cancelados por la sangre de Jesús y para la gloria del Señor. Padre, oramos que extiendas tu poderoso brazo y rescates las vidas de los hombres y mujeres que el enemigo había utilizado para traer maldición a la tierra de Retalhuleu. Libra sus vidas de las tinieblas, provoca un encuentro de poder en el que rindan sus vidas a ti para ser instrumentos de redención para la población a la que tenían cautiva, en el nombre de Jesús.

Retalhuleu, busca a Jehová mientras puede ser hallado, clama a Él en tanto que está cercano. Deja tu camino de impiedad y tus pensamientos de iniquidad, ¡vuélvete a Jehová, Él tendrá misericordia y te perdonará! Bendigan a Jehová, retaltecos y no olviden ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas sus iniquidades, quien sana todas sus dolencias y rescata del hoyo su vida. Habitantes de Retalhuleu, escuchen, sus vidas son más valiosas que aquella oveja que cayó en un hoyo y a la que el Señor rescató. ¡Él los corona de favores y misericordias!

(3 Juan 2; Isaías 55:6-7; Salmos 103:3-4; Mateo 12:11)

Además: Oremos por sus autoridades, por el Cuerpo de Cristo.

Quetzaltenango

Padre, hablamos tu Palabra sobre Quetzaltenango, sabiendo que no volverá a ti vacía:

«Y [en Quetzaltenango] me serán por pueblo y yo seré a ellos por Dios; y les daré un corazón y un camino para que me teman perpetuamente, para que tengan bien ellos y sus hijos después de ellos; y haré con ellos pacto eterno y no me volveré atrás de hacerles bien, y pondré mi temor en el corazón de [los quetzaltecos], para que no se aparten de mí. Y me alegraré con ellos, haciéndoles bien, y los plantaré en esta tierra en verdad de todo mi corazón y de toda mi alma. He aquí Yo les traeré sanidad y medicina; y los curaré y les revelaré abundancia de paz y de verdad.»

Bendecimos a los municipios de Quetzaltenango, a sus habitantes y a toda la extensión territorial (cielos, agua, tierra). Tú eres el Hacedor de Quetzaltenango. Padre, como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación, clamamos que perdones al pueblo quetzalteco porque a lo largo de la historia nacional han sido un orgulloso, rebelde e idólatra. Oramos cancelando el poder de esos espíritus inmundos sobre la vida de sus habitantes (mam, k’iche’ y ladinos), los atamos y los echamos fuera, en el nombre de Jesús. Te pedimos que la semilla incorruptible de la Palabra de Dios, que ha sido predicada en esta tierra, germine y produzca fruto abundante, hasta para mil generaciones.

Hasta ahora, los ojos espirituales de una gran parte de su población estaban vendados a la Verdad y por ello, engañados erigieron el madero como su ídolo y rogaron a un dios que no salva. ¡Vuélvanse al Señor, el único y sabio Dios! Oramos que sus corazones duros se tornan en corazones sensibles y moldeables por el Espíritu Santo; ¡sean abiertos sus ojos a la Luz admirable! Entendemos que el culto a imágenes como Maximón y el rey San Pascual ha traído maldición a la tierra, que la masonería ha abierto puertas que conducen a caminos de tinieblas, vemos que el esperar que se levante Tecún Umán de entre el volcán Siete Orejas para pelear por su pueblo es una falsificación del verdadero Varón de guerra, Jehová es su Nombre. Peleamos la batalla en los aires a favor de Quetzaltenango, enviamos a tus poderosos ángeles a que acampen alrededor de esta tierra y la cuiden hasta el cumplimiento de tu buena, perfecta y agradable voluntad en medio de ellos. Ante Él se dobla toda rodilla y toda lengua confiesa que Él es señor de sus siete volcanes, en especial el Santa María y el Santiaguito, así como de sus valles, ríos y montañas.

Oramos y atamos declarando ilegal a todo espíritu inmundo que provoque la insurrección, rebelión, sublevación y la resistencia a las autoridades. ¡Fuera de Quetzaltenango y sus habitantes, en el nombre de Jesús! Jesús obtuvo las llaves de la muerte con Su resurrección y se las entregó a su Iglesia, así que con la certeza de saber quiénes somos en Cristo Jesús, cerramos permanentemente las puertas que les daban acceso a esta población. Declaramos que su presencia es ilegal y que debe salir por que Él sometió todas las cosas (lo que incluye a estos espíritus y todo nombre que se nombra) bajo Sus pies. Clamamos por la salvación de las autoridades en Quetzaltenango; clamamos que hacen lo recto delante de los ojos de Dios y lo glorifican con sus vidas.

Bendecimos la vida de los quetzaltecos, declaramos que son un pueblo valiente, poderosos intercesores y adoradores. Declaramos que sus ojos espirituales están abiertos para ser atalayas a favor de la nación y que sus palabras traen vida y salvación a su territorio y a la nación. ¡Gracias Señor por que tu mano se extiende con poder sobre Quetzaltenango para vida y testimonio!

Bendecimos el trabajo de las manos de los quetzaltecos: tejidos, cerámica, fabricación de instrumentos musicales (marimba doble), productos con madera, palma y metal; cerería, cuero, pirotecnia, agricultura, ganadería, etc. y declaramos que se levantan como una fuerza económica en el país y te dan a ti toda la gloria y la honra, amado Señor.

(Jeremías 32:38-41; 33:6; 1 Samuel 15:23; Jeremías 10:14; Isaías 45:20-21; Mateo 16:19; Apocalipsis 1:18; Efesios 1:22)

Además: Oremos por sus autoridades, por el Cuerpo de Cristo.

San Marcos

San Marcos

Jesús, el que descendió al Hades, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo. Y Él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo. Te alabamos Jesús y te agradecemos por tu misericordia y por tu constante intercesión por nosotros delante del Padre.

Hoy bendecimos al departamento de San Marcos con sus municipios, la Sierra Madre, los volcanes Tacaná, Tajumulco, cerros, ríos, su costa al Pacífico y a todos sus habitantes –mames, ladinos, sipacapenses.

Oramos que todos los marquenses tienen un espíritu apacible, sujeto a Cristo, son llenos de denuedo y osadía para predicar la Palabra a todos. Su predicación produce frutos abundantes de salvación en la vida de muchos marquenses y sus vecinos en México, Huehuetenango, Quetzaltenango y Retalhuleu.

Señor, gracias por hacer de San Marcos un departamento tan diverso en su topografía, porque ello permite que se cultiven diferentes tipos de productos agrícolas. Así también en lo espiritual, te pedimos que los muchos y diversos dones con que Tú has bendecido a esta población, puedan ser ejemplo a otros de cómo Tú puedes usarnos a todos por igual para la honra y gloria de Tu nombre.

Bendecimos el fruto de su trabajo en la agricultura (maíz, frijol, trigo, avena, cebada, papa, arroz, banano, caña de azúcar y cacao), en el aspecto pecuario (con ganado vacuno, caballar y ovino) y en la fabricación de diversos artículos (muebles, tejidos de algodón, tejas, ladrillos, cestería, talabartería, jarcia, instrumentos musicales, “xecas”, “pan dormido”, capas, pelotas de hule, cerámica, pirotecnia). Oramos por su riqueza mineral y clamamos que toda explotación se lleve a cabo de manera responsable, consciente, respetando la ley y los derechos de la población. Hazlos prosperar en el fruto de su trabajo, que sus productos sean bien cotizados y bien pagados, de forma que tengan ingresos suficientes para darles a sus hijos techo, ropa, alimento, educación, cuidado médico. Sobre todo, te pedimos que la prosperidad venga como consecuencia de haber ellos entregado sus vidas al único Señor y Salvador. No solo prosperidad material, sino una prosperidad integral, que lo abarque todo con unidad familiar, una vida Cristo céntrica, salud, paz.

Atamos a los espíritus inmundos que han ocasionado que el tráfico de todo tipo (de personas, de mercancías, de estupefacientes, así como la siembra de amapola y marihuana, etc.) resulte en la explotación de mano de obra infantil, la migración, la prostitución y la delincuencia organizada en San Marcos. Señor, perdona a las autoridades locales por no tomar medidas suficientemente agresivas para impedir que estos males causen estragos en su población. Perdona, Señor, la pasividad de aquellos que pudiendo hacer algo al respecto, no han actuado. Levanta al Cuerpo de Cristo para suplir la necesidad de los marquenses. Oramos que el mensaje que prediquen le de identidad al pueblo, la identidad que Dios mismo nos ha dado.

Atamos al espíritu de religiosidad, de animismo, al espíritu que se mueve detrás de “La Paach”, en el nombre de Jesús. Bendecimos la vida de los ancianos sabios o adivinos (ajq’ij) los cuenteros, narradores, los aj yol, los alcaldes rezadores. Reclamamos sus vidas para el reino del Señor Jesús, enviamos ángeles que acampen alrededor de ellos y les guarden. Espíritu Santo, atráelos a ti. Que cuando ellos se dispongan a celebrar sus ritos, en lugar de encontrarse con un demonio, sea Tu presencia a quien encuentren. Sal a su encuentro como lo has hecho con muchos otros, rescátalos y úsalos para predicar poderosamente a otros. Jehová es el único Señor, el Creador de todo en San Marcos (cosechas, volcanes, hombres y mujeres), a Él sea la gloria y la honra en San Marcos, por siempre y siempre. Amén.

(Ef. 4:10-12; 1 S. 15:23; Sal. 91:11; Mt. 24:14; Mr. 1:15)
Además: Oremos por sus autoridades, por el Cuerpo de Cristo.

Foto: josemata.zenfolio.com