By Clamemos

Jutiapa

Bendecimos el nombre del Señor, Santo y Poderoso. Él es el Sol de justicia que trae consigo la Salvación. Espíritu Santo, sopla sobre Jutiapa y glorifícate en medio de sus habitantes. Oramos por los municipios que lo conforman, sus costas, montañas y cuevas, ríos, lagunas, lagunetas, el lago Güija, volcanes, sus habitantes y la frontera con El Salvador.

Oramos que los jutiapanecos son un pueblo que ama a Guatemala. Levanta entre sus habitantes a hombres y mujeres que sean intercesores por la nación a fin de que el amor por Guatemala sea una realidad en la vida de toda su gente. Oramos que toda influencia de bendición proveniente de los pupulucas, pipiles y xincas que antes habitaron esta región de fruto abundante para sus habitantes; asimismo, cancelamos toda influencia y manifestación de raíces opuestas a la buena voluntad del Padre en Jutiapa. Cancelamos la herencia de los de Mictlán que habitaron la región que hoy ocupa Pasaco. Rompemos con la maldición proferida sobre esta tierra por años al haberla nombrado “lugar de los muertos” o “donde hay huesos humanos”. Oramos que la salvación llega a todo Jutiapa y sus habitantes son conocidos por la vida en abundancia –llena de gozo, alegría, paz, prosperidad, unidad—que el Señor les da.

Gracias por la producción agrícola de Jutiapa (maíz, frijol, maicillo, lenteja, caña de azúcar, tabaco, arroz, papa, yuca, ajonjolí, cebolla, henequén, maguey, chile, café, algodón, y diversidad de frutas), por sus artesanías, por el ganado vacuno, caballar, mular y porcino, por las salinas y la producción de productos lácteos.

Oramos por la vida de los hombres y mujeres (”colaboradoras“ o “capitanas” o “texeles”) que participan en los comités integrados para adorar imágenes en las fiestas patronales de las localidades. Hablamos que la venda de idolatría que el enemigo ha puesto sobre sus ojos es quitada y les resplandece la luz admirable de Jesucristo. Haz de los jutiapanecos hombres y mujeres poderosos en intercesión y oración, que las señales que siguen al mover del Espíritu Santo y la predicación de la Palabra sean vistas en Jutiapa: milagros, señales, prodigios para la honra y gloria de Dios Padre.

Clamamos por Jutiapa; oramos que son un pueblo que busca constantemente el rostro del Señor para conocer Su voz y seguirle. Son un pueblo sabio y entendido en los tiempos, los conocen porque Jehová se los revela. Ya no necesitan acudir a consejeros o cuenteros ni guías para recibir dirección, no. Cada jutiapaneco tiene una relación personal con el Salvador quien les libra, sana, bendice y fortalece en todas las áreas de sus vidas: familiar, laboral, educativa, social, económica, etc.

Sea establecido el Señorío de Jesucristo en Jutiapa, para bendición de sus habitantes y las generaciones por venir. Amén.

(Mal. 4:2; Jn. 10:10; Mt. 15:31)

Además: Oremos por sus autoridades, por el Cuerpo de Cristo.

Jalapa

¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? Tu misericordia es nueva cada mañana, ella permanece para siempre y siempre.

Oramos, Señor, pidiéndote que la buena obra que has iniciado en Jalapa, sea perfeccionada. Atiende al clamor del Cuerpo de Cristo en este departamento e irrumpe en medio de las tinieblas con la Luz admirable de Jesucristo. Por amor a esos fieles, Señor, no desampares la obra de tus manos en Jalapa. Obra en las vidas de los poqomames, de los ladinos descendientes de los sefarditas, los gitanos y ladinos pardos, así como en la de los jicaques. Envía a tus ángeles a que acampen alrededor de los siete municipios que conforman este departamento, con todos sus pueblos, aldeas y caseríos.

Seguros por la autoridad que la Sangre de Cristo nos garantiza, venimos a declarar que todo misterio y ocultismo es revelado, expuesto, sacado a luz y el poder que tenía sobre la población es desenmascarado, en el nombre de Jesús. Porque todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo. El Hijo de Dios vino para despojar a los principados y a las potestades para exhibirlos públicamente y triunfar sobre ellos en la Cruz. De modo que la población jalapaneca no tiene por qué estar sujeta a yugos impuestos por espíritus inmundos. En el nombre de Jesús hablamos libertad, confesamos que los cielos son abiertos a la realidad del Reino de Dios y el propósito redentor de Cristo para sus vidas se hace una realidad en ellos.

Ayuda a los jalapanecos para que pongan guarda en su boca a fin de que no pronuncien ninguna palabra corrompida, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. Espíritu Santo, te pedimos que los hombres y mujeres de este departamento aprendan a confesar la Palabra con todo denuedo, que en lugar de hablar maldición, hablen bendición y vida.

Dios Todopoderoso, a causa de la falta de iniciativas y proyectos en beneficio de esta tierra, muchos se sienten abandonados, sin identidad y distantes. Espíritu Santo, derrámate sobre Jalapa y trae sanidad, identidad, propósito, alegría, integración al corazón de los hombres y mujeres de todas las edades. Atráelos a ti, recógelos con el amor eterno con el que siempre los has amado.

Tú eres el Sanador y sólo en ti está la verdadera sanidad; te pedimos que las señales, milagros y prodigios sigan a la predicación de la Palabra en Jalapa. Manifiéstate en los cuerpos físicos de sus habitantes para que las señales que hacen los curanderos, los adivinos, los compone-huesos y los perfumeros no mantengan cautivos a los jalapanecos. Confunde y dispersa a los enemigos espirituales de Jalapa, los atamos y los echamos fuera de esa tierra y del territorio nacional, en el nombre de Jesús. Permite que estos hombres y mujeres puedan ver tu brazo extendido hacia ellos ofreciéndoles la salvación y la tomen para sí haciendo a Jesús el Señor y Salvador de sus vidas.

Bendice el fruto de las manos de los jalapanecos, las artesanías (cerámica, cestería, trabajo en piedra, cerería, juegos pirotécnicos), los productos lácteos, la talabartería, la ganadería. Trae la lluvia temprana y tardía, derrama Agua viva sobre la tierra y refréscalos. En el nombre de Jesús.

Jesús es Señor de Jalapa, Amén.

(Apocalipsis 15:4; Levítico 20:6; Efesios 5:12; Colosenses 2:15; Efesios 4:29; Jeremías 31:3)

Además: Oremos por sus autoridades, por el Cuerpo de Cristo, por la libertad y la unidad.

Ministerios de Finanzas Públicas y Economía

Amado Señor, tú eres Jehová-jireh, el Proveedor. Como en el pasado, tú continuas revelando a tus hijos tu buena voluntad, agradable y perfecta. En tu justicia, nos adviertes que la injusticia y el pecado no pueden quedar sin juicio divino. Nos adviertes para que podamos enmendar nuestros caminos y resarcir el daño, nos adviertes para que clamemos por tu misericordia y tu gracia.

 

Señor, tú solo pides que te temamos y andemos en tus caminos, amándote y sirviéndote de todo corazón y con toda nuestra alma para guardar tus mandamientos y tus estatutos, y todo ello para bien nuestro. Si esto hacemos, tú prometes que tendremos prosperidad, lo que incluye más que la abundancia de riquezas. Perdónanos por ser orgullosos y pretender vivir nuestra vida según nuestra limitada y obcecada perspectiva.

 

Hoy clamamos que tengas misericordia de Guatemala en el área financiera. Te pedimos que intervengas en los ministerios de Finanzas Públicas y Economía. No ignoramos que la situación financiera mundial se torna cada vez más difícil; por eso, deseamos entrar como nación ‘en la tierra de Gosén’, que es esa tierra a donde no llega la escasez, ni el hambre, ni la mortandad, sino que es el lugar donde tú nos alimentas e impides que perezcamos de pobreza nosotros y todo lo que tenemos.

 

Hacemos guerra espiritual contra el espíritu de Mamón, el espíritu de avaricia, egoísmo, codicia, robo, muerte, homicidio, soborno, mentira, engaño, soberbia y sobre todo nombre que se nombra que tenga relación a esta potestad—Señor, tú sabes cuáles son—y los atamos en el nombre de Jesús. Fuera de nuestra nación. Cerramos las puertas espirituales que les permitían acceso a nuestras las finanzas nacionales, en el nombre de Jesús. Oramos que todo hombre o mujer que sirva de contacto para estos espíritus inmundos en cualquiera de estos ministerios es destituido de su cargo. Oramos que tú hagas que el devorador traiga de vuelta lo que ha robado de las arcas nacionales. Señor, tú puedes hacerlo. Señor, reprende al devorador por Guatemala. Ten memoria de las ofrendas que tu pueblo—el Cuerpo de Cristo—ha hecho en otras naciones; acuérdate, Señor, ten misericordia de nosotros, permítenos gozarnos al ver el cumplimiento de tu palabra cuando dice que ‘te abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado… y todas las naciones nos llamarán bienaventurados, porque seremos tierra deseable’.

 

En el nombre de Jesús, Amén.

 

(Romanos 12:22; Jeremías 35:15; Josué 22:5; Éxodo 8:22; Lucas 16:13; Proverbios 25:4; Éxodo 22:4; 1 Corintios 4:2; Salmos 20:1-3; Deuteronomio 28:12; Malaquías 3:12)

Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda

Señor, oramos por el Ministro y Vice-ministro del Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda en Guatemala; oramos por todos sus asesores y consejeros, oramos por el personal que trabaja en esta dependencia del Estado y te pedimos que tengas misericordia de sus vidas. Padre, ciertamente que el robo y mal uso del dinero, tiempo, esfuerzo, etc. es abominación para ti, por lo que hoy te pedimos que extiendas tu brazo y traigas la salvación a todos y cada uno de los que trabajan ahí.

 

Señor, oramos que ninguno de ellos se quede sin escuchar del sacrificio que Jesús hizo por su vida para que tengan la oportunidad de escoger entre el bien y el mal. Oramos que cada uno sea juzgado conforme dispuso en su corazón y tu justicia se ejecute sobre la vida de estos hombres y mujeres. Oramos y reprendemos al espíritu inmundo de soborno, engaño, al espíritu inmundo de robo que ha saqueado las arcas del pueblo de Guatemala a través de este ministerio, en el nombre de Jesús. Declaramos ilegal su operación en Guatemala y lo atamos, echándolo fuera del territorio guatemalteco para siempre. Oramos que sean destituidos de sus puestos todos los hombres y mujeres que sean hallados culpables de robo y que su crimen no quede impune, en el nombre de Jesús. De una manera sobrenatural, oramos que sea devuelto a las arcas nacionales todo el dinero que ha sido robado.

 

Padre, es inadmisible que existan las terribles condiciones de aislamiento, miseria y abandono en las que viven gran porcentaje de guatemaltecos tanto en el interior como en la ciudad… ¡qué bendición saber que para ti no hay nada imposible! Tú detuviste las corrientes de las aguas del Jordán y las del Mar Rojo, tú hiciste soplar el viento para traer las codornices que alimentaron al pueblo de Israel en el desierto y tú prometes en la Palabra que eres el mismo ayer, hoy y siempre, por lo que hoy, oramos que detengas esta ola de robo en el Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda y envíes a tus ángeles para que traigan de vuelta la prosperidad y la abundancia a este ministerio para el bien de la población guatemalteca.

 

Creemos que Tú llevas personas idóneas para que sean los tomadores de decisión, los ejecutores, transparentes y efectivos en el manejo de la tarea encomendada. Oramos que son visionarios y planifican con el bien de Guatemala en mente. Oramos a existencia los planes de infraestructura que traerán bendición a la población: carreteras, puentes,  drenajes, alumbrado, ordenamiento territorial, urbanización, rellenos sanitarios, peajes. Ayúdanos, Señor, a aprovechar los recursos que tenemos para bendición de la población presente y futura.

 

En el nombre de Jesús, Amén.

 

(Salmos 86:13; Isaías 59:1; Salmos 4:3; Proverbios 15:27; 17:23; Isaías 1:23; Éxodo 22:12; Jeremías 32:27)

Totonicapán

Momostenango Toto

Alabemos, siervos del Señor, alabemos el nombre de Jehová. Sea Su nombre bendito desde ahora y para siempre. Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone, sea alabado. Él es excelso sobre todas las naciones, sobre los cielos es Su gloria. ¿Quién como nuestro Dios, que se sienta en las alturas y que se humilla a mirar en el cielo y en la tierra? Él ha dicho: el cielo es mi trono, y la tierra estrado de Mis pies y sin embargo, envió a su Hijo para que tú y yo fuésemos salvos. ¡Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz, santo Espíritu de Dios, aleluya!

Poderoso Señor, te pedimos que rompas los cielos sobre Totonicapán y desciendas. A tu presencia se escurran los montes como fuego abrasador de fundiciones; manifiéstate como fuego que hace hervir las aguas y haz notorio tu Nombre en Totonicapán. Sal al encuentro del que con alegría hace justicia y de los que se acuerdan de ti. Bendecimos los municipios de este departamento, la Sierra Madre, los riscos de Momostenango, la cumbre María Tecún, los ríos Negro, Palá y Chioj. Oramos que tus poderosos ángeles acampen alrededor de este departamento y lo protejan.

Clamamos que tu mano de poder se pose fuertemente en la vida de los k’iche’s y ladinos que habitan en este departamento. Hoy intercedemos por ellos; perdona Señor, pues por largo tiempo sus habitantes han perseverado en los pecados, pero nosotros sabemos que aún así, tú extiendes tu brazo de salvación a ellos y les restauras. Has resplandecer tu rostro sobre ellos y serán salvos, bendito Señor. Señor perdona las celebraciones que se llevan a cabo con la participación de brujos o shamanes, como la llamada wajxakib bats (“8 Hilos y 8 Monos”), la cofradía y hermandad de San Miguel Arcángel. Perdona también a los habitantes de Totonicapán por hacer adoratorios y lugares de adoración en todo el territorio, pero especialmente en San Andrés Xecul, y en los cerros Xiquinabaj y X’ecanchavox.

Te pedimos que no recuerdes contra ellos las iniquidades de sus antepasados; lleguen pronto tus misericordias a encontrarles, pues están muy abatidos. Ayúdales, oh Dios de su salvación, por la gloria de tu nombre; líbralos y perdona sus pecados por amor de tu nombre. Clamamos que en Totonicapán, la población vuelve sus ojos a ti y son salvos ellos y todos los términos de esa tierra. Clamamos que sus habitantes son personas de fe, que tienen certeza de lo que esperan, convicción del Dios que no se ve. No hay Dios fuera del Señor, Tú has hecho juramento por ti mismo, de tu boca salió palabra en justicia y no será revocada. En Totonicapán se doblará toda rodilla y jurará toda lengua diciendo, “Ciertamente en Jehová está la justicia y la fuerza”.

Aún cuando éramos enemigos de Dios, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo. ¡Imagina, Totonicapán, cómo puede ser tu vida una vez te reconcilies con el Señor…! Cristo, por Su inmensa gracia, te extiende la salvación, ¡tómala! Una vez lo hagas Cristo te hace sentar juntamente con Él en los lugares celestiales, porque ustedes son hechura Suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviesen en ellas.

Con la seguridad de saber que Dios nuestro Salvador quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad, reclamamos la vida de los habitantes de Totonicapán para Jesucristo. Hoy le recordamos a los dominios, tronos, principados, potestades, gobernadores de las tinieblas, huestes espirituales de maldad que cuando Cristo subió al cielo y se sentó a la diestra de Dios, les sujetó a todos bajo Sus pies, derrotándolos y exhibiéndolos públicamente. Hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a Sí mismo en rescate por los habitantes de Totonicapán. Oramos que ninguno de sus habitantes se conforma a este siglo, sino son transformados por medio de la renovación de su entendimiento, al ser expuestos a la Palabra de Dios, que es viva y eficaz y más cortante que espada de dos filos para penetrar hasta lo más profundo y discierne sus pensamientos y las intenciones de su corazón. Todo lo hace manifiesto para que sean libres en Jesús.

(Sal. 113:1-6; Is. 64:1, 5; Sal. 80:7; Is. 66:1; 9:6; Sal. 79:8-9; Is. 45:22-23;
Ro. 5:10; Ef. 2:4-6, 10; 1 Ti. 2:3b-6; 1 P. 3:22; He. 4:11-12)

Además: Oremos por sus autoridades, por el Cuerpo de Cristo.

Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social

Bendito Señor, la Palabra dice que no hay uno bueno, sino sólo tú. También dice la Palabra que tú eres Juez Justo y que de ninguna manera tendrás por inocente al culpable. Hoy, como el profeta Daniel, nos confesamos culpables de los pecados cometidos por el personal del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social. Sí, nosotros hemos pecado al ser negligentes con la asistencia social al pueblo guatemalteco; sí, somos culpables de haber robado y de haber hecho mal uso de los recursos destinados a la salud pública en Guatemala. ¡Perdónanos, Señor!

 

Señor, te pedimos que nos perdones por haber visto sólo el interés propio y no el bien de la sociedad a la que servimos; perdónanos por no ser diligentes en poner en práctica los proyectos de beneficio social para los guatemaltecos; perdónanos por no llevar hasta la población los recursos básicos para el desarrollo como clínicas y consultorios, farmacias y otros servicios. Perdónanos porque al no proporcionarle estos servicios a la población, somos culpables de muchas muertes innecesarias. Perdónanos por ser mediocres e indiferentes. Atamos a los espíritus de robo y malversación, a los espíritus de soborno y de mentira, a los espíritus de codicia, avaricia y muerte, en el nombre de Jesús. ¡Fuera!

 

Oramos que los hombres y mujeres temerosos de Dios que trabajan en esa dependencia sean promovidos a puestos de autoridad para que den testimonio de tu poder y que así, tu unción se derrame a todo nivel en ese ministerio, produciendo en cada uno el querer como el hacer por tu buena voluntad. Hazlos diligentes, irreprensibles y sencillos; que anden como hijos de Dios, en toda honestidad e integridad. Jehová-rafa, tú eres nuestro Sanador. Jesús hizo provisión para que todos los que le hemos hecho Señor y Salvador recibamos salud divina y sanidad de todas dolencias, tanto espirituales como físicas. Gracias, amado Jesús, Amén.

 

(Números 14:18; Nahum 1:3; Daniel 9:4; Proverbios 10:4, 18:19, 9:15; Deuteronomio 16:19; 27:25, 2 Corintios 8:11; Filipenses 2:13; Isaías 11:3; 1 Tesalonicenses 5:23; Salmos 19:7; Filipenses 2:15; 1 Pedro 2:22; Santiago 5:16)

Ministerio de Educación

El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia; por ello, hoy queremos rogarte, amado Padre celestial, que tengas misericordia de las autoridades a cargo del Ministerio de Educación en Guatemala. Oramos que sobre todas las personas responsables de la educación en Guatemala desciende el temor de Jehová para que busquen honrarte en todo lo que hagan y su trabajo resulte en bendición para la población guatemalteca.

 

El Artículo 75, del Capítulo 2 y Sección 4 de la Constitución Política de Guatemala dice que “La alfabetización se declara de urgencia nacional y es obligación social contribuir a ella. El Estado debe organizarla y promoverla con todos los recursos necesarios.” Si hasta las leyes de los hombres dictaminan que es de urgencia nacional la necesidad de la alfabetización, te pedimos que ilumines a las autoridades nacionales para que con toda diligencia dispongan sus corazones para realizar los esfuerzos necesarios a fin de hacer llegar la educación a todos los guatemaltecos.

 

Señor, te pedimos que el presupuesto nacional sea modificado en lo que respecta a la educación nacional para poner en marcha un plan bien estructurado a corto, mediano y largo plazo que erradique para siempre el analfabetismo en nuestra nación. Oramos que se abran los espacios para una reforma curricular con valores y sin sesgos.

 

Te pedimos que abras las puertas para que la educación sea accesible para todos, especialmente para las niñas y los niños en el interior de la República. Provee a las escuelas de recursos financieros, de capacitación, de maestros, del personal necesario, de alumnos, de padres de familia interesados y colaboradores, de aulas y mobiliario, de material didáctico, etc. para que nuestra población pueda tener acceso a una vida mejor.

 

Aunque es nuestro deseo ver que Guatemala sea una nación alfabetizada, te pedimos que hagas reposar sobre los guatemaltecos el Espíritu de Jehová, espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová. Sólo de esa manera podremos vivir la plenitud de vida que Jesucristo proveyó para cada uno de los guatemaltecos en la cruz del Calvario. En el nombre de Jesús, Amén.

 

(Proverbios 9:10; Josué 23:11; 1 Corintios 14:40; Isaías 11:2)