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Zacapa

Padre Santo, gracias por el Departamento de Zacapa, lo bendecimos en el nombre de Jesús. Bendecimos a todos sus habitantes (ladinos y ch’orti’) en los municipios que lo conforman. Espíritu Santo, sopla sobre esta tierra, llega hasta los lugares más remotos y tócalos con tu presencia.

Oramos que los cultivos y sembradíos en Zacapa son para bendición y no para maldición. Declaramos que las plantaciones sembradas con fines de perdición en esta tierra (por ejemplo, de amapola, marihuana, etc.) se secan desde la raíz y mueren en el nombre de Jesús. Perdónanos por hacer mal uso de la tierra y acarrear tristeza y destrucción para tantas vidas siendo ruta para el tráfico de drogas, armas, precursores, lavado de dinero, etc. Sana la tierra de Zacapa, Señor. Abre los cielos sobre esta tierra y trae la lluvia temprana y tardía sobre ella. Oramos declarando que el desierto reverdece y toda la tierra de Zacapa es fértil y productiva. Señor, bendice la actividad productiva en este departamento. Haz que sea productivo el trabajo de las manos de los artesanos (los que trabajan en la talabartería, panadería, bordados y deshilados, cestería, trabajos en: jarcia, en piedra, cerámica; los que hacen quesos), ganaderos, agricultores, etc. para la honra y gloria de tu precioso Nombre, amado Señor.

Zacapanecos, gente conocida por su candor y franqueza al hablar, por la facilidad para fabricar cuentos e historias, oramos que el Señor toma esa facilidad para hablar y la utiliza para Su gloria haciendo de ustedes un pueblo de predicadores y evangelistas. Oramos declarando que el espíritu violento con que le enemigo les ha causado infamia, el Señor lo torna en celo por el Dios vivo, ahora sus ojos y oídos espirituales son abiertos para ver lo sobrenatural y guerrear contra principados, potestades, huestes, gobernadores en las regiones celestes y contra todo nombre que se nombra y ¡son victoriosos en el nombre de Jesús!

Declaramos ilegales a los espíritus de idolatría, división, contienda, rivalidad, machismo, alcoholismo, drogadicción, narcotráfico, asesinato, adulterio, violencia y desánimo sobre este departamento. Los atamos en el nombre de Jesús y profetizamos que la población se levanta en la libertad que Cristo compró para ellos en la Cruz. Trae sobre esta tierra paz, justicia, salvación, amor, respeto, comprensión… Espíritu Santo, haz manifiesto el fruto de tu presencia en medio de ellos. Oramos que la Palabra que hoy oramos y confesamos –unida a la que muchos hombres y mujeres han orado y confesado sobre esta tierra por años—produce la cosecha esperada de almas rescatadas de las garras del enemigo y renovadas por la preciosa Sangre de Jesús.

Zacapa, hablamos sobre ti que nunca más se oirá en tu tierra violencia, destrucción ni quebrantamiento en tu territorio, sino que eres bendita y tus muros son muros de fuego alrededor. Jehová va al frente y a tu retaguardia y a tus muros se les llama salvación y a tus puertas alabanza. ¡Adelante, Zacapa, levántate y corre a tu propósito eterno; el Señor está contigo!

Jesús es Señor de Zacapa, Amén.

Dt. 20:3-4; Is. 60:18; Gá. 5:22

Además: Oremos por sus autoridades, por el Cuerpo de Cristo.

Suchitepéquez

Amado Señor Jesús, Tú le has hablado a Suchitepéquez diciéndole, ‘Levántate, Suchitepéquez y ven. Porque he aquí ha pasado el invierno, se ha mudado, la lluvia se fue; se han mostrado las flores en la tierra; el tiempo de la canción ha venido’; en tu tierra, Suchitepéquez, se ha oído la voz del Amado.

Oramos bendiciendo sus municipios con sus montañas, valles, ríos y la costa con el Pacífico. Oramos por la población k’iche’, kaqchikel y ladina clamando que la presencia de Dios sobre ellos se manifieste en la forma de protección divina y paz.

Bendecimos el fruto del trabajo de los habitantes de Suchitepéquez. Señor, haz de sus habitantes personas muy diligentes en su trabajo, que sean creativos e inventivos y tengan sabiduría para administrar el dinero que obtienen como resultado de su trabajo en la agricultura, la ganadería y las artesanías (tejidos de algodón, jarcia, jícara, talabartería, orfebrería, muebles, fabricación de máscaras, tallado en madera, etc.).

En Suchitepéquez, como en casi todo el territorio nacional, vemos que no hemos buscado Tu rostro para seguirte y poner en práctica la Palabra de Verdad. En la Palabra leemos que fiel es Dios y Él no dejará ser tentados más de lo que podamos resistir y que debemos huir de la idolatría. No es posible seguir ni servir a dos amos, Suchitepéquez. Hoy oramos que sea manifiesto en tu territorio que Jehová es Dios de manera que elijas con todo tu corazón servirle a Él todos los días de tu vida.

Perdona, Señor, el pecado de la idolatría, brujería, magia, hechicería, shamanismo en Suchitepéquez, especialmente en Samayac y en San Bernardino. Perdona también, Dios nuestro, los ritos y tradiciones como las cofradías, el carnaval y las celebraciones en las que no te dan la gloria ni la honra a Ti. Además de la idolatría, muchas vidas son destruidas a causa del alcoholismo, la drogadicción, el adulterio, la fornicación en este tipo de actividades, perdona, Señor. Nos arrepentimos hoy por corromper nuestra tierra con prácticas carnales y naturales que no nos bendicen. Te pedimos perdón por dedicar la tierra al espíritu llamado “señor de los cerros”. Hoy le quitamos todo dominio en los cielos y declaramos que sólo Jesús es señor de todo el territorio de Suchitepéquez. Perdónanos por acudir a curanderos, médicos ancestrales, componehuesos para ser curados en lugar de ir a Jehová-rafa nuestro Sanador.

No hay Dios como el Señor, quien por amor envió a Jesucristo a morir por la vida de todos los habitantes de Suchitepéquez, por todos. Oramos que sea roto el velo de ceguera que impide que absolutamente todos vean la luz admirable de Jesucristo en Suchitepéquez. Clamamos que la Palabra que ha sido predicada en este territorio, produce una cosecha abundante de almas para el Reino de Dios. Bendice la vida de los que conforman el Cuerpo de Cristo, guárdalos y protégelos, llénalos de unción, de denuedo y que las señales, milagros y prodigios sigan la predicación de Tu Palabra. Hazlos diestros en la batalla espiritual en la que se encuentran, dales estrategias, claridad de pensamiento, discernimiento de forma que puedan pelear la batalla junto con Jehová de los ejércitos por la vida de los/las brujos/as, hechiceros/as, magos, ¡véngate de sus enemigos espirituales!

Cnt. 2:9; 1 Co. 10:13-14; 2 Cr. 7:14

Además: Oremos por sus autoridades, por el Cuerpo de Cristo.

Sololá

Bendito sea el Señor, de eternidad a eternidad. Bendito el Señor quien cada día colma de beneficios a Sololá. Él es el Dios de su salvación. Bendecimos sus municipios, los volcanes Atitlán, Tolimán, San Pedro, Zunil, el Pico de Santa Clara, el cerro de Oro y el cerro Tamalaj; bendecimos el lago de Atitlán y los ríos Nahualate, Madre Vieja, Coyolate y Mocá.

Hoy oramos por la población de Sololá, los k’iche’s, kaqchikeles, tz’utujiles y los ladinos. Clamamos que hay unidad, armonía y respeto entre todos ellos. Oramos que el soplo del Espíritu Santo trae sobre todos los sololatecos un mismo sentir, aliento de vida y de esperanza. Atamos al espíritu inmundo detrás del xocomil en el lago de Atitlán y lo echamos fuera del territorio nacional, en el nombre de Jesús. En su lugar, oramos que como en Pentecostés, cuando estaban unánimes juntos, repentinamente vino del cielo un estruendo como de viento recio que sopló y llenó toda la casa y aparecieron las llamas de fuego sobre cada uno, llenándolos del Espíritu Santo, así sea lleno todo el territorio de Sololá con la presencia del Espíritu Santo, con manifestaciones gloriosas del poder de Dios. Espíritu Santo, sopla y purifica todo el territorio, no solamente sobre el lago de Atitlán; Jesucristo, establece Tu señorío allí, pues sólo Tú que eres Dios verdadero y eterno que puedes quitar los pecados y borrarlos para siempre.

Te agradecemos por el fruto del trabajo de los sololatecos; hazlos hábiles y prósperos en sus cultivos, ganadería, artesanías, en el sector turístico, etc. Oramos que los cielos sean abiertos sobre este territorio, para que sea claramente visible que la prosperidad viene de ti y no de ídolos o de dioses que no son Jehová. Clamamos por la vida de los hombres y mujeres que conforman y fomentan las hermandades y las cofradías. Oramos que sean libres de la influencia de los espíritus inmundos que buscan adoración a través de estos ritos. Padre, revela lo que está oculto; oramos quitando la venda de ceguera y clamamos que la Palabra que ha sido predicada en este territorio por tanto tiempo, que las oraciones que el Cuerpo de Cristo en Sololá ha presentado a favor de su gente, produzcan fruto de salvación en este tiempo, en el nombre de Jesús.

Atamos a la potestad y al espíritu inmundo de Maximón en Santiago Atitlán. El Creador de los cielos y la tierra es el único Señor dador de vida y el único que hace germinar la tierra. Padre Santo, te pedimos que tengas misericordia de los habitantes de Sololá y que, en lugar de que los turistas vengan a promover, patrocinar y admirar estas actividades idólatras, Tú hagas de los sololatecos poderosos evangelistas que sean exportadores de la Verdad. Conviértete Sololá, entresaca lo precioso de lo vil y serás como la boca del Señor. Conviértanse tus visitantes a tu Dios Jehová y no tú a ellos.

Atamos al espíritu de religiosidad y le ordenamos que suelte las vidas de los hombres y mujeres que ha mantenido cautivos por generaciones a base de pactos, mentiras y engaños. Oramos y atamos a los espíritus guías que habían sido asignados a los hombres y mujeres sololatecos como resultado de la brujería, hechicería y el shamanismo. Oramos por los varones en Sololá y los declaramos libres del nahualismo, de los espíritus llamados characoteles, los reprendemos en el nombre de Jesús. ¡Los atamos hoy en el nombre de Jesús! Sea rota toda línea de comunicación entre estos espíritus inmundos y los ancianos rezadores tz’utujiles, kaqchikeles y k’iche’. Oramos que la presencia del Señor en Sololá trae libertad a sus vidas y los libra del lazo que Rajawal Ruwach’uleu les había tendido. No están más sujetos al “dios mundo”, pues Jehová es Dios y Él hizo nacer los montes y formó la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo. Jesús vino para libertarlos de la esclavitud de los rudimentos del mundo y de la ley, para que reciban la adopción de hijos. Así que, sololatecos, ya no son más esclavos, sino hijos y si hijos, también herederos de Dios por medio de Cristo.

Oye, Sololá, el Señor tu Dios te tomará y esparcirá sobre tus habitantes agua limpia y serán limpiados de todos sus pecados y de todos sus ídolos los limpiará. Les dará un corazón nuevo y pondrá espíritu nuevo dentro de ustedes, quitará su corazón de piedra y les dará un corazón de carne. Y pondrá en los sololatecos de su santo Espíritu y hará que anden en sus estatutos y guarden sus preceptos para ponerlos por obra. Sí, sí habitarán en la tierra que Él les dio a sus padres, pero ahora, todos los sololatecos serán su pueblo y el Todopoderoso será su Dios. Jesús es Señor de Sololá, Amén.

(Sal. 68:19; Jer.15:19; Sal. 90:2; Gá. 4:3, 5, 7)

Además: Oremos por sus autoridades, por el Cuerpo de Cristo.

Santa Rosa

Gracias por haber puesto tus ojos sobre Guatemala, bendito Señor. Te agradecemos por inclinar tus oídos a nuestro clamor por esta tierra que Tú amas y que has escogido para hacer manifiesta tu buena voluntad. Hoy presentamos delante de ti al departamento de Santa Rosa, bendecimos sus municipios, el río Los Esclavos, volcanes Tecuamburro, Jumaytepeque, Cerro Redondo, Cruz Quemada, lagunas Ayarza, El Pino, Ixpaco y la laguneta La Palmilla; la Sierra Madre, el canal de Chiquimulilla, su costa al Pacífico y a sus habitantes (descendientes de los xincas, pipiles y nahuas).

Oramos por Cuilapa “el ombligo de América” por encontrarse en el centro del continente americano. Bendecimos su tierra (la agricultura, ganadería, agroindustria, minerales) y declaramos que todo el territorio es regado por el Agua de la Palabra, trayendo purificación, justificación y salvación a sus habitantes. Haz germinar las semillas de la Palabra que han sido pronunciadas sobre este territorio por hombres y mujeres que Tú, Señor, has levantado para interceder. Trae la cosecha abundante de almas que has prometido a toda Guatemala y que Santa Rosa sea totalmente transformada para la gloria y honra de Tu nombre.

Oramos por Casas Viejas, Los Cerritos, el Ujuxte y Santa Clara en Chiquimulilla; Ixpacó en Pueblo Nuevo Viñas; Arada Nueva en Oratorio; el Jobo y Tacuilula en Taxisco, todos ellos sitios arqueológicos de importancia histórica, pero lugares en donde no se exaltaba el nombre de Dios como el Creador de todo lo que existe. Sana la tierra y redímelos de la maldición de la idolatría.

Clamamos que sean libres de los lazos que el enemigo ha tendido sobre su tierra, que la Palabra que ha sido predicada en este departamento, produce fruto de salvación en ellos, de manera que al conocer la Verdad, ellos sean verdaderamente libres. Bendice a la Iglesia en Santa Rosa, hazla crecer fuerte y poderosa, bien concertada y unida, con una misma visión de victoria para el nombre de Jesucristo. Que la Palabra que prediquen sea seguida por las señales, milagros y prodigios que confirman rotundamente que sólo Jesús es Señor y que no hay Dios como el Dios nuestro.

Señor, los ancianos de Santa Rosa afirman que los xincas tienen la potestad de hablar con la naturaleza, pero hoy declaramos que en lugar de hablar con la creación, ellos tienen un encuentro con el Creador mismo, quien les abre los ojos y les atrae hacia Sí haciéndolos Suyos por el gran amor con el que les ama.

Bendita tierra de Santa Rosa, Jehová acampa alrededor de ustedes y les defiende. Haga descender sobre ustedes el Señor espíritu de gracia y de oración para clamar al Dios vivo y ser luz a donde quiera que vayan. Que su influencia y autoridad en la Palabra sea tan grande que se extienda hasta la frontera con El Salvador y sus alrededores proclamando que Jesús es Señor de Santa Rosa.

Amén.

(He. 2:4; Jn. 8:32; Zac. 12:10; Sal. 34:7)

Además: Oremos por sus autoridades, por el Cuerpo de Cristo.

Sacatepéquez

Bendito eres tú, Dios de nuestra salvación, porque oyes la voz de nuestros ruegos, porque tú eres la roca y nuestro castillo. Padre Santo, gracias por el Departamento de Sacatepéquez; lo bendecimos en el nombre de Jesús. Bendecimos a todos sus habitantes (ladinos y kaqchiquel) en los municipios que lo conforman.

Te agradecemos por que has hecho provisión en tu amado hijo Jesucristo para que seamos libres del escarnecedor, del opresor y del engaño el maligno. Con la autoridad de Jesús, cuyo nombre es sobre todo nombre, atamos al espíritu inmundo de idolatría y religiosidad que se ha enseñoreado de la población por suficientes años. Lo atamos y lo echamos fuera del territorio de Sacatepéquez y del país de Guatemala, en el nombre de Jesús. Arrancamos la venda de ceguera y de religiosidad que el enemigo ha puesto sobre los habitantes de Sacatepéquez para que no les resplandezca la luz del evangelio. Señor, que los habitantes de Sacatepéquez no sean como los atenienses en Hechos 17 que, eran muy religiosos y supersticiosos, porque tenían muchos santuarios entre los que estaba uno dedicado AL DIOS NO CONOCIDO, a quien adoraban pero sin conocerle. Hoy les anunciamos que el Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, ni es honrado por manos de hombres, cómo si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas.

Convenidos en el nombre de Jesús hacemos guerra espiritual en los aires en contra de la potestad de Santiago. Le decimos a los ídolos y a los dioses que no crearon los cielos ni la tierra: Siéntate en el polvo, sé molido como el lodo de la calle, sea derribado tu trono y echados por tierra todos tus planes y contrataciones con que maquinabas en contra de la Iglesia de Cristo y el país entero. Nosotros venimos en contra de todo principado y potestad y espíritu inmundo y sobre todo nombre que se nombra en este Guatemala y terminamos con toda la oposición. Dios Todopoderoso, destruye a nuestros enemigos espirituales. Padre, atamos a esos enemigos, los derribamos en el nombre de Jesús. Señor que todo enemigo espiritual que tenemos, que todo espíritu inmundo sea atado y confundido en el nombre de Jesús.

Venimos hoy a decirle a ese espíritu que no tiene más el derecho de sojuzgar a Sacatepéquez. Cancelamos todo pacto hecho con este demonio por nuestros antepasados. Arrancamos, arruinamos, derribamos y destruimos todo pacto, todo acto que le trae poder a este ídolo en este departamento y la nación de Guatemala. Cancelamos el poder de los espíritus inmundos de pobreza, idolatría, religiosidad, muerte, división y todo nombre que se nombra en los cielos y la tierra que hayan tenido permiso legal de actuar en esta tierra.

Revertimos toda maldición, especialmente la que provoca que los hombres y mujeres de Sacatepéquez estén cerrados al evangelio, las maldiciones habladas en contra del Cuerpo de Cristo y el Evangelio y las declaramos anuladas, canceladas, estériles, secas, sin frutos y les ordenamos que suelten a las personas, en el nombre de Jesús, para que las vidas de las personas estén abiertas al evangelio.

Proclamamos el evangelio de Cristo; plantamos y edificamos el señorío de Cristo en todo el territorio y profetizamos que toda lengua confesará que Jesucristo es el Señor. Proclamamos al norte, al sur, al este y al oeste que sólo Jesús es Señor, no hay otro Señor, solamente Cristo y solamente en El hay salvación. Ven Espíritu Santo y sopla de tu aliento de vida sobre todas estas personas y vivirán. Que esta tierra sea llena de tu gloria y que los hombres, mujeres, jóvenes, ancianos y niños todos puedan ver con sus ojos la gloria de Dios descender sobre este lugar y que no solamente descienda, sino que permanezca. Proclamamos que Sacatepéquez es libertado de sus enemigos espirituales ¡por la espada de Jehová y la Sangre de Jesús! Amén.

Oramos que el fervor religioso que les caracteriza sea sustituido por un amor genuino y vivificante hacia la Palabra de Dios; les hablamos libertad para que sean abiertos sus ojos espirituales a la Verdad. ¡Bendigan a Jehová y no olviden ninguno de sus beneficios! Sacatepéquez, Él es el que perdona tus iniquidades, Él que sana todas tus dolencias y rescata del hoyo tu vida. Jehová es tu Pastor, Sacatepéquez, nada te faltará. En lugares de delicados pastos te hará descansar; junto a aguas de reposo te pastoreará.

Bendecimos el fruto del trabajo de los habitantes de Sacatepéquez (producción agrícola, pecuaria y artesanal). Oramos que la fuente de ingresos de Sacatepéquez –en particular de La Antigua Guatemala y San Felipe de Jesús–, a través del turismo sea para bendición de sus habitantes y no para perdición. Reprendemos a los espíritus inmundos de drogadicción, alcoholismo, idolatría, nueva era y perversiones sexuales que han querido establecerse en esta tierra, los atamos y echamos fuera, en el nombre de Jesús. En su lugar, oramos que los turistas que visitan esta tierra son ministrados por la innegable presencia del Espíritu Santo e invitan a Jesús a ser el Señor y Salvador de su vida.

(Hechos 17:22-25; Salmos 103:1-4; 85:10)

Además: Oremos por sus autoridades, por el Cuerpo de Cristo.

Quiché

¿Quién como Tú, oh Dios, entre los dioses? ¿Quién como Tú, magnífico en santidad, terrible en maravillosas hazañas, hacedor de prodigios? Grande es el Señor y digno de suprema alabanza y de ser temido sobre todos los dioses. Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos, más Jehová hizo los cielos, la tierra y todo lo que en ella hay. Dijo, asimismo, Dios: “Hagamos al hombre a nuestra semejanza”, y lo hizo así, a su imagen creó Dios al hombre y a la mujer y nos bendijo. Vio además Dios a su creación y era bueno en gran manera; una vez los creó y los hizo poco menor que los ángeles, con conocimiento del Altísimo.

Vengan, quichelenses, aclamemos juntos alegremente a Jehová; cantemos con júbilo a la Roca de nuestra salvación. Lleguemos ante Su presencia con alabanza; aclamémosle con cánticos. Porque Dios es Rey grande sobre todos los dioses. Porque en su mano está toda la tierra de Quiché, las profundidades de la tierra y las alturas de los montes son suyas. Suyo también el mar, pues Él lo hizo; Sus manos formaron la tierra seca. Adoremos y postrémonos, arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor. Porque Él es nuestro Dios; nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano. Quiché, oye hoy su voz y no endurezcas tu corazón. Entiende que el universo fue constituido por la Palabra del Dios Altísimo, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.

Dios es Dios de dioses y Señor de señores; Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas, por lo tanto, acérquense a Él, habitantes del Quiché. Bendecimos los municipios de este departamento, la Sierra de los Cuchumatanes y la Sierra de Chamá, sus montañas, ríos, lagunas, valles, barrancos. ¡Glorifícate en este territorio, Señor!

Oramos en el nombre de Jesús e intercedemos a favor de los quichelenses; clamamos que sea quitado de sobre sus ojos el “vaho que empañó sus ojos y los veló”; ¡sea rota toda venda de ceguera puesta como maldición sobre sus ojos, en el nombre de Jesús! Oramos que nadie los engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. Padre de misericordias, oramos que tengas misericordia de los habitantes del Quiché y traigas vida eterna a esta población y que tengan vida pues en lugar de ofrecer sacrificios a dioses que no son Jehová, rinden su corazón y su alma al Señorío de Jesucristo presentando ofrendas de labios que alaban Su nombre. Reprendemos al espíritu inmundo de religiosidad que produce sincretismo en esta población. Lo atamos en el nombre de Jesús, y en su lugar oramos que sea predicado el evangelio sin adulteraciones, llena de denuedo, sabiduría, poder y autoridad al Cuerpo de Cristo en Quiché.

Los quichelenses no tienen excusa para vivir en idolatría, pues lo que de Dios se conoce es manifiesto por ti mismo, porque tus cosas invisibles, tu eterno poder y deidad, las has hecho claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas. Te pedimos perdón hoy, Señor, porque, habiendo conocido a Dios, nuestros antepasados no te glorificaron como a Dios, ni te dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Perdónanos, porque cambiamos la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Te pedimos, Señor, que no escondas tu rostro de nosotros a causa del mal que hemos hecho por habernos vuelto a dioses ajenos. ¡Escucha nuestro clamor, bendito Señor!

Hoy reconocemos que Tú eres el principio y el fin; tuya es toda bestia del bosque y los millares de animales en los collados. Tú conoces a todas las aves de los montes y todo lo que se mueve en los campos te pertenece. Bosques de Quiché, regocíjense y rebosen de contento delante del Señor, quien vino a juzgar la tierra con justicia y misericordia. Deshaz como una nube nuestras rebeliones y como niebla nuestros pecados, ¡gracias! Canten loores, oh cielos de Quiché, porque Dios nos redimió; griten con júbilo, profundidades de la tierra; montes prorrumpan en alabanza; alábele el bosque y todo árbol que en él está; porque Jehová nos redimió.

Ahora, en Quiché temerán solamente al Señor Todopoderoso y le servirán con integridad y en verdad; quitarán de entre su pueblo a los dioses a los cuales sirvieron sus padres. Toda rodilla se doblará y toda lengua confesará que solamente Jesús es Señor de Quiché. Amén.

(Éx. 15:11; 1 Cr. 16:25; He. 11:3; Gn. 1:26-27, 31; Sal. 95:1-8; Dt. 10:17; Col. 2:8; Éx. 22:20; Ro. 1:17-25; Dt. 31:18; Sal. 50:10-11;Sal. 96:12-13; Is. 44:22-23; 2 R. 17:33; Jos. 24:14)

Además:          Oremos por sus autoridades, por el Cuerpo de Cristo.

Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda

Señor, oramos por el Ministro y Vice-ministro del Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda en Guatemala; oramos por todos sus asesores y consejeros, oramos por el personal que trabaja en esta dependencia del Estado y te pedimos que tengas misericordia de sus vidas. Padre, ciertamente que el robo y mal uso del dinero, tiempo, esfuerzo, etc. es abominación para ti, por lo que hoy te pedimos que extiendas tu brazo y traigas la salvación a todos y cada uno de los que trabajan ahí.

 

Señor, oramos que ninguno de ellos se quede sin escuchar del sacrificio que Jesús hizo por su vida para que tengan la oportunidad de escoger entre el bien y el mal. Oramos que cada uno sea juzgado conforme dispuso en su corazón y tu justicia se ejecute sobre la vida de estos hombres y mujeres. Oramos y reprendemos al espíritu inmundo de soborno, engaño, al espíritu inmundo de robo que ha saqueado las arcas del pueblo de Guatemala a través de este ministerio, en el nombre de Jesús. Declaramos ilegal su operación en Guatemala y lo atamos, echándolo fuera del territorio guatemalteco para siempre. Oramos que sean destituidos de sus puestos todos los hombres y mujeres que sean hallados culpables de robo y que su crimen no quede impune, en el nombre de Jesús. De una manera sobrenatural, oramos que sea devuelto a las arcas nacionales todo el dinero que ha sido robado.

 

Padre, es inadmisible que existan las terribles condiciones de aislamiento, miseria y abandono en las que viven gran porcentaje de guatemaltecos tanto en el interior como en la ciudad… ¡qué bendición saber que para ti no hay nada imposible! Tú detuviste las corrientes de las aguas del Jordán y las del Mar Rojo, tú hiciste soplar el viento para traer las codornices que alimentaron al pueblo de Israel en el desierto y tú prometes en la Palabra que eres el mismo ayer, hoy y siempre, por lo que hoy, oramos que detengas esta ola de robo en el Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda y envíes a tus ángeles para que traigan de vuelta la prosperidad y la abundancia a este ministerio para el bien de la población guatemalteca.

 

Creemos que Tú llevas personas idóneas para que sean los tomadores de decisión, los ejecutores, transparentes y efectivos en el manejo de la tarea encomendada. Oramos que son visionarios y planifican con el bien de Guatemala en mente. Oramos a existencia los planes de infraestructura que traerán bendición a la población: carreteras, puentes,  drenajes, alumbrado, ordenamiento territorial, urbanización, rellenos sanitarios, peajes. Ayúdanos, Señor, a aprovechar los recursos que tenemos para bendición de la población presente y futura.

 

En el nombre de Jesús, Amén.

 

(Salmos 86:13; Isaías 59:1; Salmos 4:3; Proverbios 15:27; 17:23; Isaías 1:23; Éxodo 22:12; Jeremías 32:27)