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Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social

Bendito Señor, la Palabra dice que no hay uno bueno, sino sólo tú. También dice la Palabra que tú eres Juez Justo y que de ninguna manera tendrás por inocente al culpable. Hoy, como el profeta Daniel, nos confesamos culpables de los pecados cometidos por el personal del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social. Sí, nosotros hemos pecado al ser negligentes con la asistencia social al pueblo guatemalteco; sí, somos culpables de haber robado y de haber hecho mal uso de los recursos destinados a la salud pública en Guatemala. ¡Perdónanos, Señor!

 

Señor, te pedimos que nos perdones por haber visto sólo el interés propio y no el bien de la sociedad a la que servimos; perdónanos por no ser diligentes en poner en práctica los proyectos de beneficio social para los guatemaltecos; perdónanos por no llevar hasta la población los recursos básicos para el desarrollo como clínicas y consultorios, farmacias y otros servicios. Perdónanos porque al no proporcionarle estos servicios a la población, somos culpables de muchas muertes innecesarias. Perdónanos por ser mediocres e indiferentes. Atamos a los espíritus de robo y malversación, a los espíritus de soborno y de mentira, a los espíritus de codicia, avaricia y muerte, en el nombre de Jesús. ¡Fuera!

 

Oramos que los hombres y mujeres temerosos de Dios que trabajan en esa dependencia sean promovidos a puestos de autoridad para que den testimonio de tu poder y que así, tu unción se derrame a todo nivel en ese ministerio, produciendo en cada uno el querer como el hacer por tu buena voluntad. Hazlos diligentes, irreprensibles y sencillos; que anden como hijos de Dios, en toda honestidad e integridad. Jehová-rafa, tú eres nuestro Sanador. Jesús hizo provisión para que todos los que le hemos hecho Señor y Salvador recibamos salud divina y sanidad de todas dolencias, tanto espirituales como físicas. Gracias, amado Jesús, Amén.

 

(Números 14:18; Nahum 1:3; Daniel 9:4; Proverbios 10:4, 18:19, 9:15; Deuteronomio 16:19; 27:25, 2 Corintios 8:11; Filipenses 2:13; Isaías 11:3; 1 Tesalonicenses 5:23; Salmos 19:7; Filipenses 2:15; 1 Pedro 2:22; Santiago 5:16)